La albañilería, sanitarios y electricidad serán protagonistas en la capacitación que dictará el Gobierno provincial en un rubro históricamente masculinizado. En esta entrevista con Julieta Calderón, secretaria de Industria, todos los detalles de una medida que busca potenciar la autonomía económica de las mujeres y disidencias y también proyectar una oportunidad laboral para aquellas en situación de vulnerabilidad.


Si hay un rubro donde los roles de género están fuertemente marcado, ese es la construcción. Arquitectas, ingenieras civil, maestras mayor de obras todavía son rostros más amigables en este ámbito, pero pensar en un balde, hormigoneras, palas o cables en manos de mujeres, es casi inimaginable.

Allí apunta justamente el programa “Mujeres constructoras”, una capacitación en oficios dentro de este rubro que el Gobierno de La Rioja lanzará en el mes de febrero a través de varios ministerios, donde la perspectiva de género se cuela de manera transversal. La prueba piloto será en Capital y luego se extenderá al interior.

Probablemente una de las mayores dificultades de muchas mujeres y disidencias a la hora de buscar empleo en el rubro del “ladrillo” sea la falta de formación. Pero si pensamos en la causalidad, no llegamos a formarnos porque siempre fue un campo vedado como para atrevernos a pisarlo.

El proyecto nace del ministerio de Industria que conduce Federico Bazán y será ejecutado conjuntamente con los de Viviendas, Tierras y Hábitat; Educación, Desarrollo, Igualdad e Integración Social, y la secretaría de la Mujer y Diversidad como área clave en la mirada igualitaria que tendrá.

Julieta Calderón, la joven secretaria de Industria es la impulsora de una medida que busca llegar a toda la provincia con un objetivo claro: potenciar la autonomía económica de las mujeres y disidencias y romper un histórico estereotipo en oficios.

¿Cómo se implementará este programa bastante novedoso en el rubro?

 La primera etapa comenzará en el mes de febrero donde formaremos a nuestros capacitadores en perspectiva de género, porque eso es una condición excluyente ya que el programa tiene una mirada integral. No es solamente una cuestión técnica sino que tiene que saber y aprender a detectar diferentes situaciones que se vayan dando sobre las capacitaciones, como así también acompañar y contener a las mujeres sobre todo para que no abandonen. 
Habrá varios módulos: uno de albañilería, otro de electricidad, de instalaciones sanitarias, dónde se incluye al final lo de termotanques solares, otro de oficios como herrería y carpintería y un módulo de gas para que tengan nociones generales, no para que matricularse sino para que puedan trabajarlo supervisadxs por un técnico matriculado o para que tengan una base por si después les interesa continuar formandose para llegar a matricularse.

¿En qué consiste ese acompañamiento?

Sabemos que a nivel mundial las mujeres tienen un 2,6 por ciento más de tiempo dedicado al cuidado de familia no remunerado, y ese puede ser un indicador que haga que las mujeres terminen abandonando. Las capacitadoras deben estar alertas a esta situación y tener las herramientas para contener, si por ejemplo una mujer necesita ir con sus hijos al taller lo deben poder hacer y nosotras generar las condiciones para acompañar.

Luego en el mes de marzo empezaríamos con los talleres propiamente dicho, el primero sería albañilería y electricidad (instalaciones eléctricas) de forma conjunta que estará a cargo de la subsecretaría de Hábitat que depende del ministerio de Viviendas, Tierras y Hábitat. Todavía debemos diagramar cual será el cupo de las que accederán al programa y en gran medida dependerá de las capacitadoras que tengamos porque es un taller netamente práctico, quizás un número de 15 personas por grupo sería el más adecuado para que puedan practicar ya que van a levantar muros, harán mezcla. En principio esta tarea duraría seis meses y después tendríamos uno o dos meses para formar en emprendedurismo a quienes decidan asociarse para formar una pequeña empresa.

¿Cómo será la inscripción o admisión al curso?

La secretaria de la Mujer y Diversidad tendrá una labor muy importante que es la de realizar la inscripción y detectar dentro de este grupo, porque vamos a tener dos tipos de público, uno que vendrá por voluntad propia que es bastante grande y otro que necesitaremos ir a buscar porque son esas mujeres en estado de vulnerabilidad que muchas veces son cabeza de familia.

Funcionarias del gobierno provincial a cargo del programa.

ROLES Y ESTEREOTIPOS

Pese al avance que hubo en la última década con respecto al empoderamiento de las mujeres en el ámbito laboral y toma de decisiones, la construcción sigue siendo un sector económico con muy bajo número de mujeres ocupadas.

Acá juegan con mucho peso los estereotipos de género para convertir a la construcción en un sector muy masculinizado donde la mujer apenas está representada bajo los argumentos tradicionales: factores de riesgo, esfuerzo físico, las herramientas y equipos de trabajo.

Bajo ese mismo estereotipo la presencia de las mujeres en el rubro está asociada mayormente a ocupaciones administrativas, contables o financieras y de atención al público.

Según un informe publicado por el sitio especializado Economía Riojana, durante el último año en La Rioja dejaron de trabajar en el sector formal 28 emprendimientos comerciales del rubro de la construcción. Con ese panorama pensar en una política que apunte al autosustentabilidad y a la formación en emprendedurismo, podría ser una buena medida.

¿Cómo surge esta iniciativa desde una área donde históricamente no se considera a la mujer como de mano de obra?

Desde el año 2018 empecé a trabajar en la universidad, donde soy docente, con un jornada que se denominó “La mujer en la ingeniería”, que hoy ya es una política nacional del COFEDI, y ahí empezamos a ver la falta de perspectiva de género en estas mal denominadas ciencias duras, y la urgente necesidad de abordarlas. Hoy desde la secretaría de Industria a partir de mi labor específica consideré importante implementar esa perspectiva donde generalmente no se hizo nada en la materia por el perfil que tiene.

El proyecto de “Mujeres constructoras” tiene que ver con el empoderamiento económico de las mujeres. Aunque todavía queda mucho por hacer en materia de violencias en general creo que todo viene de la mano del empoderamiento. Y la autonomía que dan los recursos creo que va a conseguir que los casos de violencia puedan disminuir en un pequeño porcentaje, porque no es lo único sin dudas. La autonomía influye en la toma de decisión de una mujer cuando por ejemplo decide separarse y muchas veces no lo hace porque hay una dependencia netamente necesaria del varón en el sustento para sus hijos.

¿Cuál es el perfil con el que saldrán quienes se capaciten?

Para inscribirse no necesitan nada más que ganas de aprender y tener una autonomía. Al salir la idea es que la mujer tenga los conocimientos básicos de albañilería, si necesita hacer un revoque o levantar una pared que lo pueda hacer, o realizar instalaciones eléctricas básicas como colocar un toma. Yo creo que después de estas capacitaciones van a surgir nuevas necesidades porque habrá mujeres que querrán ir más allá.

Calderón destacó que la empresa Rio Deco SAPEM, que trabaja en construcción no tradicional, se interesó en el programa para formar parte de la capacitación. “También la condición para el trabajo con ellos es la formación en perspectiva de género. Creo que ahí también se pueden abrir otras oportunidades para las mujeres.

¿Cuál es la realidad de las mujeres de La Rioja en el rubro?

La presencia es casi nula, sí tengo conocimiento que hay casos aislados de participación, y sí podemos visualizar una gran demanda, no solo de mujeres que necesitan resolver su autonomía sin tener que depender de nadie.

¿Cómo se financiará el programa?

El financiamiento del programa será del gobierno provincial y estamos analizando la presentación del proyecto en el CFI para ver si conseguimos financiamiento para la asistencia técnica. La importancia de trabajar de manera articulada entre todas las áreas es que cada uno puede hacer un aporte y ningún área debe hacer grandes desembolsos. Nosotros aportaremos los viajes para federalizar el programa, porque en el interior se necesita mucho trabajar la perspectiva. Capital será un prueba piloto pero no queremos que pase de mitad de año para empezar a trabajar en el interior con la metodología un poco más aceitada.

¿Piensan en una instancia posterior donde esas mujeres estén incluidas en una especie de cupo para realizar trabajos?

Yo creo que eso será ineludible y de a poco se va a concretar. A nivel nacional el Plan Argentina Hace 2020 otorga financiamiento para aquellas empresas que quieran hacer pequeñas obras vinculadas con el Estado, una bicisenda, red de cloacas, y se otorgará con paridad. No hay forma que ningún gobierno deje de tener esta mirada porque será una exigencia para acceder incluso a financiamientos internacionales.

Lo que veo de positivo es que el gobierno provincial está acompañando y tiene una mirada en este sentido. Los ministerios de Educación y Desarrollo Social también están participando y seguramente será una política pública que va a continuar, y así hablamos de una política de Estado, sino termina siendo un simple taller. Imagino que de acá a un tiempo al licitar pequeñas obras van a empezar a tener que dar prioridad a las empresas que tengan mujeres dentro de su personal.

Con esta medida claramente se abre una puerta ¿qué sigue después?

Creo que esto tendrá un efecto multiplicador y espero que se sumen las profesionales del rubro. Es muy gratificante trabajar en este tipo de programas donde surge la cuestión social. Creo que a medida que vaya creciendo el programa irán surgiendo muchísimas cosas, financiamientos, oportunidades, pequeños emprendimientos. Recordemos que del 100 por ciento de la población activa de las mujeres, solamente participan un 64 por ciento mientras en los varones está por encima del 90 por ciento. Hay una desigualdad muy marcada y si no la hacemos notar no vamos a revertirlo.