Cáceres tiene dos denuncias por violación y en una ya fue procesado. La jueza Cabral dispuso la libertad provisoria hasta el juicio y las jóvenes víctimas temen represalias ahora que está libre. La defensa apeló el beneficio al pastor porque aún se investiga otra de las causas en su contra y podría haber más denuncias de otras jóvenes.


Las denuncias contra Luis “Lucho” Cáceres salieron a la luz en la La Rioja a finales del 2019 cuando A. de 22 años, que además es su prima, denunció que la abusaba desde que tenía 12 y él 27. Al poco tiempo y motivada por la denuncia anterior Lorena, de 19, se animó a contar que también había sido víctima de un abuso sexual gravemente ultrajante que, al igual que el primero, habría ocurrido dentro de la iglesia.

“El 2 de febrero nuestra abogada nos dio la noticia que la causa de Lorena, contra Luis Fernando Cáceres iría a juicio. Nos alegró a ambas, pero había una noticia mala y era que él podía esperar el juicio en libertad con algunas condiciones”, plasmaron en un escrito dos de las víctimas que se animaron a denunciar judicialmente al pastor de la Iglesia Evangélica Centro Cristiano.

El 23 de diciembre de 2020 la jueza del Juzgado de Violencia de Género y Protección de Menores N° 1, Karina Cabral, lo procesó y dictó la libertad provisoria hasta que se realice el juicio en su contra. La medida judicial fue apelada por la abogada de las jóvenes denunciantes, Guadalupe Azcurra, y encendió las alarmas en ellas porque temen por su integridad.

“Esta noticia es preocupante e inesperada. Ya que ahora debemos tener mucho cuidado, procurar no salir solas a ningún lado y siempre en compañía de alguien más por miedo a que tome represalias contra nosotras. No sería raro que lo hiciera puesto que es una persona muy impulsiva y capaz de todo”, denunciaron Lorena y A.

A modo de resguardo y advertencia social, las jóvenes pegaron en varios puntos de la ciudad panfletos que advierten sobre la libertad de Cáceres. 

MEDIDAS E INCUMPLIMIENTO 

Por decisión judicial Cáceres tiene prohibido acercarse a las dos denunciantes en un radio de 200 metros, que incluye lugar de residencia, trabajo, estudio, esparcimiento o lugares de habitual concurrencia de la víctima. También está imposibilitado de comunicarse por cualquier vía o red social y no puede perturbarlas, ni intimidarlas. 

Además de las medidas habituales que se toman en estos casos para proteger a las víctimas, la jueza dispuso expresamente la prohibición de acercarse a la iglesia/templo y de coordinar grupos de jóvenes “de manera preventiva y hasta tanto se obtenga pronunciamiento definitivo en la presente causa”. Ambas jóvenes aseguran que Cáceres no cumple esta disposición ya que varias personas lo vieron en la iglesia familiar. 

Cabe recordar que, según las denunciantes, al momento de ocurrir los abusos “Lucho” era uno de los líderes juvenil y espiritual, y trataba todo el tiempo con adolescentes. La familia pastoral tiene en total cuatro iglesias en distintos puntos de la capital riojana (zona del Autódromo, barrio La Florida y en micro centro) y una en Chilecito.

“Pedimos que tomen las medidas necesarias para nuestro resguardo y seguridad y que él tenga algún tipo de control, puesto que nosotras queremos seguir con nuestras vidas de manera normal y tranquila. Y ante todo sin miedo de lo que nos pudiera llegar a pasar”, sostienen las jóvenes.

APELACIÓN

La abogada Azcurra apeló parcialmente el procesamiento dispuesto por la jueza Cabral, cuestionando que pueda esperar en libertad el juicio: “aún estamos a la espera de que nos notifiquen si fue concedida para poder mantener la misma y ampliar los fundamentos ante la Cámara Tercera”.

“Los fundamentos por los cuales la magistrada dispone la libertad son que, según su criterio, ya no existen riesgos procesales que tornen necesario mantenerlo privado de la libertad o debe aplicarse excepcionalmente”, explica la abogada. La jueza argumenta además que Cáceres no tiene antecedentes condenatorios. 

Azcurra cuestionó la decisión porque en la actualidad otra denuncia está en plena instrucción, y si bien se tramita en el Juzgado de Violencia N° 2 “la actuante es la misma magistrada y se trata también de un abuso agravado, y dentro del mismo surgen testimonios de más abusos del señor Cáceres a otras chicas que formaban parte de la iglesia”. 

“El criterio del Juzgado es contradictorio -apuntó- ya que no mantiene un lineamiento: hay causas de abusos menos graves donde mantiene detenidos a los acusados y en este que es gravemente ultrajante los libera”.

La abogada hizo especial hincapié en que “la decisión de disponer la libertad hasta que se resuelva su situación procesal causó gran angustia, no solo a la víctima sino también a las demás chicas que han denunciado a Cáceres”.