Dos de los 11 ministerios que tendrá Ricardo Quintela estarán encabezados por mujeres, mientras que en la segunda línea y mesa chica ellas tendrán más presencia, algunas con perfil político y otras más técnico. Las feministas, los grises, y algunos desafíos del gabinete que promete ponerle pincelada feminista al gobierno provincial.


El meticuloso armado que hizo Ricardo Quintela junto a sus principales colaboradoras y colaboradores no tendrá la paridad numérica que desde hace tiempo se reclama en todos los ámbitos de armado político y toma de decisiones. Sin embargo aseguran que la perspectiva de género y diversidad será transversal en la gestión, diferenciándose de los gobiernos que hasta ahora tuvo La Rioja.

Gabriela Pedralli y Gabriela Asís serán las únicas mujeres encabezando el reestructurado gabinete ministerial que tendrá el gobernador electo a partir del 10 de diciembre. La primera en Desarrollo, Igualdad e Integración Social, una de las áreas y cajas más sensibles del gobierno, mientras que la ahora ex jueza asumirá la cartera de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, otra área compleja.

Y con un rol muy preponderante Luz Santangelo Carrizo, una de las personas de mayor confianza de “Ricardo”, quedará a cargo de la secretaría de Comunicación y Planificación Pública.La estructura provincial que pasará de 8 a 11 ministerios (con la creación de Turismo y Culturas, y Agua y Energía) no tendrá más que dos mujeres encabezando, pero sumará más nombres femeninos en las secretarías y áreas descentralizadas. Varias con perfil y militancia feminista.

LAS GABRIELAS

En el nuevo esquema Gabriela Pedrali será una de las dos ministras fuertes de Quintela. Estará a cargo del ministerio que más injerencia tendrá en el perfil social que quieren imprimirle a la gestión provincial.

La ex titular de la Agencia de Cultura en el mazismo es una de las personas de mayor confianza del gobernador electo (integra la mesa chica) y en su entorno la destacan por el compromiso, la dinámica y ritmo de trabajo. “Siempre se destacó su trabajo en las áreas que ocupó”, aseguran allegados.

Si bien la cartera con nueva denominación tiene una estructura mucho más grande y compleja, Pedrali llega con experiencia por haber comandado Desarrollo Social en el municipio. En el último tramo del quintelismo en la comuna capital también se hizo cargo de la comunicación. En las secretarías a su cargo no hay ninguna mujer.

Gabriela Asís será la otra ministra. El nombre de la joven abogada fue uno de los que más sorprendió por el cargo que ocupaba hasta hace una semana, cuando renunció: era una de las juezas de Violencia de Género y Protección Integral de Menores, cargo que asumió en abril del 2018 luego de ganar el concurso.

Si bien su pertenencia política es peronista, nunca fue visible en la militancia quintelista. El cargo judicial que ocupó durante un año y ocho meses fue determinante para ser la elegida en el nuevo: tuvo articulación directa con la Policía (institución que depende de su ministerio) y tiene perfil técnico para trabajar con perspectiva de género en las políticas de su área. Asume una cartera históricamente reservada a los hombres, donde la chepeña Alejandra Oviedo es la única experiencia que rompió la regla.

Se autodefine como «militante del campo Nacional y popular reivindicando la lucha por los derechos humanos y en particular de las mujeres». En la secretaría de Justicia la acompañará Karina Becerra, referente del quintelismo y actual jueza de faltas en el municipio capital.

VERDES Y OTRAS YERBAS

Luz Santangelo Carrizo será la nueva responsable de las políticas comunicacionales y de planificación gubernamental. Asumirá el cargo que durante más de tres mandatos ocupó Luis Solorza (con Luis Beder Herrera y Sergio Casas), gestión en la cual nunca se trabajó desde los medios en campañas para informar, concientizar y prevenir la violencia contra las mujeres, como establece la ley 26.485.

La joven profesional formada en recursos humanos, docente universitaria y militante peronista tiene llegada directa al gobernador electo, y es una «a las que más escucha Ricardo”, asegura el entorno. Declarada militante feminista, fue una de las pocas dentro del peronismo provincial en manifestarse públicamente a favor de la despenalización y legalización del aborto. Hoy es el nexo de Quintela con parte del movimiento que pretenden una articulación más horizontal con las demandas del feminismo provincial.

Luz tiene un rol clave dentro de ese armado feminista en la gestión y es quien busca garantizar la transversalidad de las políticas de género para todas las área de gobierno.

Otra de las incorporaciones que buscará dotar de feminismo a la gestión es la de Lourdes Ortiz. Una de las que tiene más militancia verde dentro del entorno del mandatario y presidirá la secretaría de Géneros (antes de la Mujer) que dependerá del flamante ministerio de Turismo y Culturas a cargo de Gustavo Luna.

La joven secretaria que cursa los últimos años de Abogacía viene del palo del vecinalismo y proyecta su gestión en dos ejes: el inmediato será atender las violencias contra las mujeres y la diversidad, y el otro la implementación transversal de políticas con perspectiva de género en el gobierno, especialmente en materia de prevención y en achicar las desigualdades estructurales.

Ortiz estará acompañada en su área por jóvenes profesionales feministas, alguna peronistas, que llegan con recorrido en el movimiento de mujeres. Uno de los primeros desafíos será asumir en una época del año donde, según las estadística de los Juzgados de Género, se engrosan los números de las violencias machistas.

En ese mismo ministerio estará otra de las secretarías presidida por una mujer: Cultura a cargo de Patricia Herrera. Muy referenciada con el quintelismo, siempre estuvo ligada a la gestión cultural y actualmente es una de las patas fuertes de Cultura provincial que dirige Víctor Robledo.

Un dato al menos llamativo es el armado del Ministerio de Industria, donde todas las secretarías estarán ocupadas por mujeres pese a ser uno de los ámbitos donde más pesa el llamado techo de cristal para las profesionales. Tres mujeres acompañarán al ministro Federico Bazán: Beatriz Tello en Empleo, Miriam Espinoza en Trabajo y Julieta Calderón en Industria. En el caso de las dos primeras ya pasaron por la función pública desempeñándose en esas mismas áreas, mientras que en Industria debutará una joven ingeniera industrial vinculada a la UNLaR, que se desempeña como docente, investigadora y coordinadora de carrera, y se referencia con el feminismo.

En el ministerio de Educación que encabeza el universitario Ariel Martínez dos de las cuatro secretarías estarán presididas por mujeres: Zoraida Rodríguez en Gestión Educativa y Karen Navarro en Planeamiento Educativo. Rodríguez tiene una amplia trayectoria en Educación, actualmente es directora general de Modalidades Educativas. Navarro está más ligada al ámbito universitario donde se desempeña como docente e investigadora.

GRISES

El de Salud es el ministerio que más resquemor genera dentro de los movimientos feministas. Juan Carlos Vergara fue uno de los primeros confirmados dentro del gabinete, incluso antes de ganar las elecciones Quintela ya sabía que ese lugar tenía nombre. “La relación y el trabajo con Vergara viene desde hace tiempo”, justifican en el entorno.

El ginecólogo llega al cargo luego de haber sido una de las caras públicas del modelo médico hegemónico de La Rioja que se opuso fuertemente a la ley de IVE en pleno debate del 2018. Hoy le tocará asumir en un contexto donde garantizar los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos no es un pedido, sino una exigencia por parte del movimiento.

Vergara estará acompañado por Liliana Vega Reynoso en la secretaría de Atención de la Salud, y Marcia Ticac en Promoción y Prevención y desde el entorno feminista Q aseguran que pese al perfil del nuevo ministro, la intención es que todo el sistema de salud trabaje en pos del cumplimiento de derechos.

La tasa más alta de embarazo no intencional en la adolescencia (casi 8 de cada 10 chicas menores de 20 años según el Sistema Informativo Perinatal), la morbilidad materna, el cumplimiento efectivo del protocolo de aborto no punible en hospitales locales y la prevención en los Centros Primarios de Salud son algunos de los temas donde el feminismo seguirá de cerca la gestión de Vergara.

En Infraestructrua y Transporte se sumará la trabajadora social Alcira Brizuela a cargo de la secretaría de Transporte, y en Hacienda la contadora Daniela Rodriguez acompañará al ministro Jorge Quintero como secretaria de Hacienda.

El Ministerio de Viviendas, Tierras y Hábitat será otro de los que tendrá una mujer entre sus tres secretarías: la escribana chileciteña Irene Zárate Rivadera que actualmente se desempeña en ese cargo.

Otras mujeres que irán a las áreas descentralizadas del gobierno son: la contadora y referente del quintelismo Claudia Ortiz en APOS, las hermanas Fabiana y Alejandra Oviedo en la Casa de La Rioja y la secretaría de Asuntos de Gobierno respectivamente, y la ex diputada famatinense Adriana Olima como secretaria de Asuntos Departamentales.

Hay dos ministerios que serán integrados enteramente por hombres, en las cabezas y secretarías: el flamante de Agua y Energía a cargo de Adolfo Scaglioni y el de Producción y Ambiente, que seguirá en manos de Fernando Rejal.

DESAFÍOS

El cambio de nombres y perfiles en el gobierno provincial promete imprimirle otro rumbo a las políticas públicas de igualdad y diversidad, que no se queden acotadas a la violencia machista y el rol punitivo del Estado. Así lo plasmaron en las propuestas de campañas que publicamos en este sitio.

Excepto la creación de los Juzgados de Género, algunos programas que se implementaron desde Desarrollo Social y acciones aisladas en Salud (que tuvieron mas merito de lxs trabajdorxs), el gobierno que deja Sergio Casas no profundizó en políticas transversales a largo plazo. Tampoco se caracterizó por la presencia de mujeres en los lugares de toma de decisión.

Luego del Ni Una Menos (2015), Paridad (2017) y el debate de aborto (2018) las demandas del movimiento de mujeres cobran otra dimensión y fuerza. Los gobiernos (municipal, provincial y nacional) que asumirán en unas horas ya no pueden gobernar sin mirar esa marea verde que exige estar a la altura de una realidad que se cobra vidas y sumerge a las mujeres y la diversidad en una brecha inalcanzable de desigualdades.