Una mujer denunció al padre de su nieta por una golpiza que la dejó hospitalizada. Ocurrió cuando el joven la interceptó en pleno centro para llevarse a la niña, en medio de dos conflictos judiciales por cuidados y abuso sexual. Lesiones, premeditación y alevosía denunciaron en el juzgado de Violencia de Género. Piden que restituyan la nena a su mamá. Las vinculaciones políticas.


Vivian Zarranz caminaba de la mano de su nieta Arcoíris por calle 8 de Diciembre, en pleno centro capitalino de La Rioja. Volvían de comprar golosinas cuando a dos cuadras de su casa se desató el violento episodio que quedó registrado en cámaras de seguridad y la mirada de vecinxs que circulaban en ese momento.

Matías Vergara es el denunciado por la golpiza que dejó a Zarranz internada en el Hospital Vera Barros la noche del lunes. “Íbamos caminando con mi nieta cuando él la agarró por detrás y la metió en el auto que estaba estacionado. Como la nena no me soltaba la mano, la pareja de él que estaba en el lugar empezó a golpearme en la cara. Intenté entrar al auto donde estaba M. y con medio cuerpo mío adentro y la puerta abierta arrancó, me arrastró durante 20 metros. Finalmente me pegó una piña en la boca y me tiró a la calle”, relató la abuela materna de la niña.

“Estuve en el lugar y se lo que pasó. Con el intento de recuperar a la nena el padre puso en peligro a la nena a la abuela a una señora con 3 hijos que estaba en el auto que vergara chocó, esos niños estaban aterrados lloraban del susto”, relató Verónica, una circunstancial vecina que caminaba por el lugar apenas leyó en redes sociales la noticia del “secuestro” de M. que denunció la familia.

El relato, que se  aportará como prueba, abona el curso de los hechos que hizo Zarranz: “si estaba en su derecho como padre tener la criatura esa no era la manera (…) como la justicia le puede dar la guarda a una persona que actúa como un desquiciado poniendo en peligro a muchas personas para conseguir su cometido”.   

La denuncia por lesiones se tramita en el juzgado N° 1 a cargo de la jueza Cristina Romero, y el martes la fiscal Nadia Schargrodsky ya promovió acción por lesiones y solicitó medidas de protección para la mujer. El abogado de Zarranz, Alejandro Cruz Antunez, presentó a última hora de este miércoles una ampliación de la denuncia donde habla de alevosía, intento de homicidio y premeditación. Además pidió la detención de Vergara y en el fuero civil solicitó la restitución de la menor a su mamá, hija de la mujer hospitalizada.

LA CAUSA JUDICIAL

El hecho en plena vía pública y frente a varios testigos tiene como telón de fondo una compleja causa judicial que se remonta a principio del 2018. La mamá de Arcoíris denunció que su hija de entonces 2 años fue abusada por el abuelo, padre de Vergara. Pese al pedido reiterado, la Justicia no tomó medidas suficientes para impedir que vuelva a tener contacto con el denunciado y después de un año la madre denunció que la nena fue abusada otra vez por el padre de su papá. El progenitor, ahora protagonista del agresivo episodio junto a su novia, siempre negó el hecho.

La familia materna de la niña (que desde que se la llevó el padre no volvió a tener contacto con ella) viene denunciando hace tres años a lxs operadores judiciales de La Rioja por la revictimización a la menor. “Entre el 30 de noviembre y el 30 de diciembre del año pasado siete veces intentaron ejecutar una medida del juez Magaquian para que M. se revincule con su papá. Las juezas de violencia de género, la fiscal, los asesores de menores, y otros presentes vieron que la nena no quería irse con su papá y aún así sometieron a mi hija a una tortura y angustia inexplicable”, relató la joven madre.

José Luis Magaquián es el juez de la Cámara Cuarta que dispuso que la menor debía revincularse con el padre y dictó medidas para que eso se ejecute, aunque nunca lo hizo desde el fuero civil. “Es una locura que se dispongan medidas civiles pero que sean los jueces penales quienes deban ejecutarlas” criticaron desde el fuero penal de La Rioja.

La situación de Arcoíris tiene dos conflictos judiciales que caminan paralelos. Uno se tramita en el fuero civil en una causa por alimentos, cuidado personal y derecho de comunicación entre la madre y padre de la menor. La otra es materia penal por el abuso sexual a la nena, que involucra al abuelo paterno.

A fines de diciembre la mamá de Arcoíris responsabilizó a varios operadores de la Justicia provincial por lo que considera una revictimización constante a la niña. “(…) pudieron confirmar sus deseos más de 20 personas, entre ellos, las juezas citadas (Cabral y Azcurra), el Dr. Magaquian (14/12/20); la fiscal a cargo de las causas penales; asesores de menores: Pablo Cubillo y Fernanda Cuello; psicólogas: Mariana Wamba, Valeria Brizuela, padre la menor y familiares; asistentes sociales: Vega y Espinosa; personal de Asuntos Juveniles: of. Montes y otros”, dice el escrito por el cual el abogado Cruz Antunez solicitó al juez civil la restitución formal del cuidado personal de la niña, a su mamá.

El escrito señala además que Arcoíris “nunca fue oída, ni consultada sobre dicho cambio de tenencia (…) como queda demostrado, y puede observarse, la imposición de dicho acto sólo provocó la negación constante y sistemática que hoy se manifiesta en la persona de la menor de ver a su padre, con quien fue obligada a vivir durante largos meses”.

A estas dos causas judiciales ahora se suma la de violencia de género a Zarranz  que involucra a Matías Vergara y otra por desobediencia a la autoridad contra la mamá de Arcoíris. Por esta última también la fiscal Schargrodsky promovió acción en las últimas horas. El argumento es que la madre se opone a que se ejecute la revinculación.

ESCALADA DE VIOLENCIA

Zarranz asegura que el episodio de este lunes tiene un recorrido previo marcado por la violencia. «No es la primera vez que me golpean, es una familia muy violenta que en una oportunidad me lastimaron fuertemente con un corte en la cabeza y golpes en la nuca», advirtió.

Delfina denuncia que existe una escala de violencia por parte de Vergara, que es cada vez más agresiva: «Intentar llevar a su hija por la fuerza, en el jardín tratar de pelotudas a las directoras, la agresión a mi mamá en plena calles son muestras de que esa actitud violenta crece, y nosotras tenemos miedo de lo que es capaz de hacer».

La premeditación que marca Cruz Antunez en la ampliación de denuncia se refiere al contexto en que se dio el ultimo episodio contra la abuela. «Me estaban esperando adentro del auto, me sacaron a la nena por detrás violentamente, nunca le preguntaron a ella si quería irse. Al huir nos les importó chocar un auto con un bebe de seis meses y niños adentro. Tampoco arrastrarme y tirarme a la calle. Me podrían haber matado por el golpe», relató la mujer.

«Cómo se explica que por mano propia intenten ejecutar una medida que todo un equipo interdisciplinario de la justicia no pudo porque claramente mi nieta se oponía a irse con su papá. Cómo  es posible que haya hecho lo que hizo y la Justicia no haga nada y él siga libre», denunció Zarranz sobre la vía de hecho que usó Vergara para llevarse a su hija.

Por el golpe la mujer fue hospitalizada en el Vera Barros, donde le pusieron suero para estabilizar la presión que estaba alta. Además le hicieron tomografías y en la revisión medica le advirtieron de una posible fisura en la nariz.

VINCULACIONES POLÍTICAS

Tanto Zarranz como su hija, madre de la menor, no dudan que existen vinculaciones políticas que favorecen a los Vergara, padre e hijo. «Cómo es posible que en tres años que lleva esta causa la Justicia nunca haya podido hacer nada para preservar a mi hija. Al disponer la revinculación a los jueces nunca les importó que la niña se vaya con el padre y vea al abuelo, denunciado por abuso. Nunca se preocuparon porque eso no suceda. Lo único que repite toda la justicia es que Arcoíris debe tener contacto con su papá», sostuvo la joven madre.

La vinculación política que sospecha la familia materna de la niña salpica directamente a la secretaria de Justicia de La Rioja, Karina Becerra, sobrina del gobernador Ricardo Quintela. Es porque el abuelo de la menor denunciado por abuso, trabajó durante un tiempo como jefe de despacho de la funcionaria y en medio del conflicto judicial habría presentado la renuncia.

La joven asegura que desde la Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) a cargo de Gabriel Lerner pidieron a la oficina de Acceso a la Justicia de La Rioja la intervención, pero funcionarias locales o ayudaron a diligenciar ese pedido. «La subsecretaria Flavia Moreno Rodríguez me dijo que no denuncie, que me iba a llevar mucho tiempo, que era engorroso e iba a gastar plata para transitar ese camino». La oficina de Rodríguez depende de la secretaría a cargo de Becerra.

Zarranz es empleada municipal. Años atrás estuvo muy vinculada al espacio político del actual gobernador de la provincia, cuando este era intendente del municipio de la Capital. «Salvo raras excepciones el ultimo tiempo traté de comunicarme con algunos funcionarios para darles a conocer lo que estaba pasando y nadie me atendió», sostuvo la mujer.

«Si esta inacción judicial no está vinculada con lo político, no se explica porqué en tres años la Justicia, incluidos los asesores de menores que deben velar por el interés de la menor, no hicieron nada para preservar el bienestar y la paz de mi nieta», sentenció.