Alicia Luna es una de las tantas mujeres que desafiaron mandatos de su época, ayer y hoy. En pleno auge del movimiento feminista deberá conducir la CGT La Rioja por primera vez en la historia. El pacto social en la provincia y Nación, la unidad y fortalecimiento del movimiento obrero, los liderazgos nacionales y provinciales y el sindicalismo desde el movimiento feminista en esta entrevista exclusiva.


La conducción de la CGT en manos de una mujer. Claro que es noticia, porque la histórica Confederación General del Trabajo de la República Argentina fundada en 1930 no se caracterizó precisamente por engrosar sus filas con nombres de mujeres. Excepto la santafecina Susana Stochero del gremio de la sanidad que en 2002 compartió el triunvirato con Hugo Moyano y José Luis Lingieri sólo por un año, la central sindical nacional siempre estuvo presidida por hombres en sus casi nueve décadas. Luna es la tercera mujer en presidir una regional cegetista luego de Graciela Aranda en Chaco, y Verónica Dell´Anna, en el triunvirato del conurbano bonaerense.

Nunca pasó desapercibida en la historia de militancia sindical riojana. Desde hace años preside el gremio que nuclea a lxs trabajadorxs de la Universidad Nacional de La Rioja, uno de los espacios que más se enfrentó al otrora poderoso rector Enrique Tello Roldán. Pero el desafío que se le presenta hoy tampoco es liviano. Además de ser la primera mujer en la provincia, y casi la única en el país, que preside la central obrera, asume en uno de los momentos sociales más complejos de la última década argentina. Un contexto político y económico cuesta arriba donde una familia riojana necesitan casi $36.000 para no ser pobres, alto nivel de desocupación, sindicatos con un alto descreimiento en la sociedad, y movimientos obreros que empezaron a organizarse por fuera del tradicional armado sindical.

Luna puso el pie en la CGT La Rioja cuando llegó con ATUR (Asociación de Trabajadores Universitarios Riojanos) a buscar el apoyo de la central local ante el despido de trabajadorxs de la UNLaR en el 2009. “Siempre voy a rescatar que Jorge (Reynoso) no dudó ni un segundo en sostenernos”.

Alicia Luna conduce ATUR, el gremio nodocentes de la UNLaR

Allí pasó por varios cargos del Consejo Directivo como prensa, actas, área de la mujer (años atrás) y en la última elección del 2016 llegó a la Secretaría Adjunta acompañando a Jorge Reynoso en la Secretaría General. La renuncia del líder de camionero semanas atrás la dejó en ese cargo por la línea sucesoria justo en un momento político y social clave en la provincia y el país.

PACTO SOCIAL

Muchas expectativas frente a la realidad compleja es el panorama que tiene enfrente la nueva conductora de una de las vertiente que tiene la CGT en La Rioja, la San Martín. La conversación transcurre en la oficina de ATUR, donde pasa varias horas al día.

¿Cuál fue el papel de la CGT en La Rioja hasta ahora y cómo se la imagina en esta nueva etapa que debe encarar?

Jorge (Reynoso) tuvo una forma de conducción muy abierta, donde una siempre se sintió sostenida y podías opinar en esa construcción. Incluso el último gesto que tuvo al dar un paso al costado también es muy valioso. Creo que la CGT ha tenido muchos papeles en los últimos 10 años, quizás no el que debería tener. Las peleas entre sectores fue lo más llamativo, porque estuvieron peleando por cosas muy mezquinas y chiquitas como nombres, el posicionamiento frente al poder, quién es el que manda, porque siempre es “él”. Entiendo que el movimiento obrero todavía está muy desdibujado en La Rioja por estas situaciones donde los personalismos, sectorialismos y la dependencia del poder de turno hace que no tengamos los objetivos tan claros en uno u otro lugar. Sin ir más lejos ahora, justo cuando estamos hablando de tender puentes para encontrar caminos comunes, ahora donde los gobiernos provincial y nacional como parte de un proyecto nacional están hablando de un pacto social y unidad en serio, nosotros seguimos potenciando la pelea barata, mezquina, tonta, para ver con qué kiosquito nos quedamos. Y pasa justo ahora que hay una mujer, no pasó antes.

¿Cuál es su desafío de máxima?

El gran desafío que me dieron mis compañeros al brindarme su apoyo es que encuentre el camino adecuado para tender puentes, donde la unidad es un concepto más profundo que juntarnos para la foto, eso es un rejunte de sindicatos y personas. La unidad es otra cosa, hay que dotarla de contenido y no es muy difícil: el único objetivo que tiene una construcción sindical es la defensa de lxs derechos de lxs trabajadorxs y ahí tendrás las mejores relaciones con los patrones, los gobiernos y organizaciones y a partir de ahí definirás estrategias claras para las políticas.

Estamos a días de que asuma un nuevo gobierno provincial y nacional ¿cuáles son las expectativas?

Confío en Alberto (Fernández) y en Cristina (Fernández) en tanto y en cuanto cumplan con el pacto social que dijeron que va a haber. Y que no sea un pacto de nombre, porque si es «yo hago lo que quiero» y solo posamos para una foto, no sirve absolutamente para nada. El pacto tiene que ser con empresarios, con trabajadores y demás, donde haya diálogo y consensos para avanzar.

¿Y en la provincia?

En la provincia igual, si existe eso podremos encontrar un camino, pero si es rejunte o foto para salir abrazado con Ricardo (Quintela) o Inés (Brizuela y Doria) en el municipio, no sirve. En La Rioja tenemos una población económicamente activa y un sindicalismo muy dependiente del Estado, y si no logramos esa independencia difícilmente podamos construir nada.

¿Como se vuelve a dotar de credibilidad a las instituciones, entre ellas los sindicatos, cuando existe una sociedad descreída del Estado y las organizaciones civiles, sobre todo en este momento?

A cualquier capital o patrón le sirve muchísimo, es producto del neoliberalismo y nosotros hemos vivido una década tremenda donde el neoliberalismo y el “sálvese quien pueda” ha sido el lei motive. Y en esos procesos no hay posibilidad que crezcan si tenés un sindicalismo fuerte ¿y cual es la mejor manera de matarlo? Diciéndoles que son ladrones, flojos y desde ahí le estamos diciendo a la juventud que las organizaciones y la participación es para perder tiempo y para beneficio personal, y eso le sirve al poder, siempre. El sindicalismo es la barrera más profunda entre conseguir sus derechos y no conseguirlos, aun así el sindicalismo argentino logró sobrevivir a todo en el formato que tiene y es ejemplo en el mundo.

Pero es necesario también hacer una autocrítica del rol de lxs líderes sindicales…

Creo que como en todos lados hay buenos y malos, pero cuando solo se pone el ojo en lo malo es porque a alguien le sirve. Hay sindicalistas a quienes han matado porque han sostenido los derechos de los trabajadores, como Baradel en Buenos Aires, y solo porque no se bajaba los pantalones para hacer una negociación. Y las críticas son las reglas de juego, pero no se puede circunscribir al sindicalismo en esto, porque existe en todos los sistemas y a mi me irrita esa crítica. Hoy tengo tres cargos, secretaria de ATUR, secretaria de Igualdad de Género en la FATUN y ahora en la CGT y creen que ya soy millonaria.

Es la primera mujer en asumir el cargo en La Rioja y una de las muy pocas a nivel país, y lo hace en un tiempo de cambio de paradigma social y cultural, donde el movimiento feminista tiene bases cada vez más sólidas en lo político ¿Cómo lo vive?

Al principio no lo noté, no pensé “soy mujer”, solo entendí que era un desafío que debía asumir. Después las compañeras universitarias, las estudiantes, me hicieron caer rápidamente en cuenta de lo significativo y representativo que era para el movimiento, y muy fuerte que sea La Rioja, este lugar chiquitito y encima es una de las CGT que tenemos. Creo que algún día ya no será novedad que una mujer esté al frente porque en definitiva mujeres sindicalistas hay un montón, y con una habilidad, una potencia y una convicción que no tienen parangón con nadie. Esto me pone en la situación de tener que decir acá hay que tener una mirada distinta, esa que tienen los movimientos de mujeres y te empuja a mirar desde otro lugar, y siendo parte del sistema universitario más todavía. Y porque recibí el apoyo y alegría de mujeres feministas a las que respeto mucho.

¿Que implica tener una mirada distinta como la del movimiento de mujeres?

Nosotras tenemos que tener una perspectiva de género, siempre ha costado insertar la cuestión de género real. Hasta ahora se resumía a darnos la Secretaría de Género y mandarnos a discutir en otro lado para que no jodamos porque las decisiones las tomaban los hombres. Lo maravilloso del movimiento de mujeres es lo mucho que se repiensa, lo mucho que observan los contextos para saber qué hay que hacer, a veces parece difícil seguirles el ritmo por tanto movimiento que tienen ¿Pero por qué no esa mirada de repensarse y reconstituirse, avanzar en un crecimiento distinto, por qué quedarnos con viejas estructuras y no lograr repensarlas, capaz algunas conservarlas porque son valiosas, pero otras desterrarlas.

PIONERA

Luna empezó a militar el sindicalismo en el 2003 “casi por casualidad”, aunque rápidamente aclara: “nada es demasiado casual”. Lo hizo no buscando ser sindicalista, sino “buscando defender los derechos de mis compañeros que estaban siendo torturados por Tello Roldán”, entonces rector de la UNLaR.

En aquella época entendió que “la única forma de enfrentar lo que venía era a través de una agrupación de este tipo, un sindicato que hasta ese entonces Tello Roldán había demonizado”. Recuerda que siendo oposición “el ataque y maltrato a la comunidad universitaria era muy complejo”, y rápidamente apareció ese costo que deben pagar las mujeres que osan meterse en asuntos que históricamente se reservaron para los hombres.

“Aún siendo la promotora de este armado en aquel momento me dijeron ´tiene que haber un varón enfrente porque es el que va a mostrar fuerzas frente a este tipo´. Y pensé no voy a estar buscando alguien para que firme, para que enfrente, si me toca a mi lo haré yo y ahí se mostrará si somos fuerte o no. Y fue un enfrentamiento muy difícil, recibimos los ataques fáciles: locas, conflictivas, hasta gorda culiada fueron algunas de las cosas que nos decían para enfrentarnos».

Ese camino sindical rápidamente se encauzó en la Federación Argentina de Trabajadores de las Universidades Nacionales (FATUN) donde llegaron “con un miedo terrible” y por eso también tuvo que escuchar desacreditaciones “dijeron que me acostaba con Nelso Farina, entonces conductor de la Federación, siempre la forma de desacreditar era esa: fea, gorda, puta, lo que nunca pudieron desacreditar fue la militancia». Como eramos “las locas conflictivas¨ porque los liderazgos casi siempre fueron de mujeres, en la Federación algo dudaron de si éramos capaces y nos tocó de nuevo probar que nuestro problema no era ser mujer, sino que la UNLaR era terrible”.

Alicia Luna es además consiliaria en la UNLaR

En la FATUN Luna se enamoró del sindicalismo. “Ahí aprendí la lealtad, la organización, la convicción y militancia. No se si el resto de las federaciones tienen eso pero la FATUN sí, un espacio que avanzó como pocos en la defensa de los convenios colectivos y las paritarias. La Rioja muchos años fue ejemplo de lo que estaba mal y la Mesa Ejecutiva siempre nos apoyó”.

¿Quién es Alicia Luna?

¡Qué difícil responder! Creo que primero soy mujer y me siento tremendamente orgullosa de serlo. Soy militante de la vida, en todos lados donde me toca estar milito, y es un ejemplo de mi madre. Soy madre y abuela, que es lo más importante del mundo. Y soy Trabajadora Social.

Ahora un ping pong …

Alberto Fernández: La esperanza

Cristina Fernández: Maestra total

Néstor Kirchner: un soñador

Hugo Moyano: Ejemplo de sindicalista

Ricardo Quintela: Un camino

Inés Brizuela y Doria: Me encantó una mujer en la intendencia

Fabián Calderón: La nueva UNLaR que aún falta construir

Un referente sindical: Nelso Farina, lo que yo quiero ser en la vida.

¿Un objetivo al frente de la CGT?: La unidad real. Fortalecer el movimiento obrero y ser parte de las estrategias políticas de construcción en la provincia.

¿Cómo querés ver al movimiento feminista dentro del sindicalismo?: Cada vez más fuerte, donde no tengamos que hablar de movimiento feminista porque tengamos una sociedad más equitativa.

¿Qué anhelas para el sistema universitario?: Cada vez más fortalecido e inclusivo, con políticas no sólo para El Puerto. Y a la UNLaR libre y democrática, no volviendo nunca para atrás.