El Banco Rioja asignó a varias mujeres la tarea de abastecimiento y recarga de cajeros automáticos, labor que habitualmente estaba en manos de varones. La importancia de acciones empresariales que ayudan a romper estereotipos de género en las profesiones y busca más igualdad en el mundo laboral.
Lorena, Vanesa, Silvana, Carina, Gladys, Elsa son algunas de las mujeres que ahora en el Banco Rioja realizan tareas que, cualquier empresa y la sociedad misma, se acostumbró a ver en manos de ellos.
A principio de mes el Banco Rioja anunció a través de sus redes sociales que cuatro trabajadoras se habían convertido en las primeras mujeres en ocupar el rol de carga y reposición de cajeros automáticos de la entidad bancaria en la capital.
«La iniciativa nace de una propuesta del área de Tesorería, donde veníamos trabajando en buscar nuevas maneras de hacer más eficiente esa tarea que es muy importante para toda la comunidad, sobre todo en la época de pandemia”, explicó el gerente del banco Raúl Cabral, sobre la medida que generó buena repercusión.
Si bien esta tarea ahora se formalizó en la Capital, desde la entidad advierten que ya se venía haciendo en las sucursales del interior como Chilecito, Aimogasta, Chepes, Chamical y Villa Unión.
IGUALDAD
Según la OIT, las desigualdades en el mundo del trabajo no se limitan solo a lo salarial, sino que existen otras formas como la desigualdad en la duración de la jornada laboral, el acceso al empleo, a la formación, a las perspectivas profesionales y a la protección social.
“Yo creo que estas acciones ayudan a disminuir los estereotipos de género que hay en las profesiones, porque éstas básicamente eran tareas solo para hombres, inclusive manejar la tesorería era una tarea de hombres y por más que las mujeres comentábamos que queríamos aprender, siempre quedaba ahí porque teóricamente eso lo hacían hombres”, opina Laura, una de las bancarias que ahora tendrá a cargo nuevas tareas.
Vanesa, por su parte explica que si bien no son las primeras en hacerlo dentro del Banco Rioja para la Capital “sí es una novedad y sí, es una igualdad, porque hay muchas cosas que se están manejando de otra manera ahora”.
Aclara que al tratarse de una tarea donde deben transportar chalecos y elementos pesados, “siempre existió una connotación que es un trabajo de hombres”.
Los estereotipos en el mundo laboral suelen estar ligados a los atributos físicos, tareas del cuidado, edades y roles sociales. “Las mujeres no hacían comisiones, no salían de viaje con dinero, siempre son cajeras o están en otros sectores del banco con atención al público o en las oficinas, nunca en la calle”, agrega Vanesa quien al igual que Laura destacan la iniciativa colectiva con el tesorero Carlos Martínez.
La tarea formalizada para las mujeres en la entidad consiste, no solo en reponer numerario (colocarle plata al cajero), “sino tratar de sacarle los errores en caso de que hubiere, como tarjetas trabadas, algún papel atascado o sobre, o si falla algún sensor. Y también configurar la máquina, porque hay veces que en las casetera se colocan billetes de 100 y de 1000 como ahora, y todo eso lleva una configuración aparte”, detalla Laura sobre la tarea.
A eso se suma una tarea administrativa manual que debe quedar asentada en una planilla, cajero por cajero.
“Nosotras sentimos que sí podemos, que si bien a veces necesitamos de la fuerza, porque obviamente necesitamos el traslado de cosas que son muy pesadas, pero toda la parte operativa la podemos hacer tranquilamente”, agrega por su parte ,Vanesa.
MÁS OPORTUNIDADES
Según la OIT, la discriminación en el ámbito laboral puede ser directa, cuando de forma explícita las ofertas de trabajo establecen el sexo de la persona que se desea contratar y se discrimina al otro sexo simplemente por el hecho de ser hombre o mujer, o indirecta cuando pese a ser condiciones iguales para ambos sexos, por su roles tradicionales como esposas, madres y cuidadoras, las mujeres no cuentan con los mismos recursos o disponibilidad que los hombres para acceder a la oportunidad que se presenta.
“A nosotros nos surgió esta pregunta ¿por qué no las mujeres en esa tarea? Así que decidimos también preguntarles a ellas qué les parecía y la verdad que encontramos una respuesta muy positiva, muchas ganas, y pudimos pasar esa brecha y tener este acompañamiento de un grupo que es muy eficiente y que estoy seguro que va a mejorar el servicio”, sostuvo Cabral.
La formalización que hizo el banco en Capital cobra otra magnitud porque si bien en el interior las mujeres venías realizando esta tarea, estaba más ligado al poco personal de esas sucursales.
“Decidimos poner nuestro granito de arena y empezar a fortalecer el camino de la participación y de la integración de la mujer en el ámbito laboral. De esta manera, poder fomentar su potencial y que no encuentren limitaciones relacionados con este tema”, destacó la máxima autoridad de la entidad financiera
Para Laura trabajar a la par de sus compañeros varones es una oportunidad: “estamos felices porque se nos tuvo en cuenta, se nos consideró capaces y con ganas de aprender algo nuevo y progresar, no encasillarnos solo en estar sentadas en una caja con atención al público y que el otro trabajo lo hagan los hombres”.
“Para mí ha sido un orgullo. Sentí eso porque me dieron la oportunidad de hacer otra cosa dentro del sector en el que yo estoy”, cierra Vanesa.
Cabral, por su parte, anticipa que este es sólo el comienzo: “Estamos dispuestos a aprender para empezar a aplicar más acciones como éstas que colaboren con la lucha por la equidad de género. Este es el primer paso, pero vamos a ir por más”.
MÁS MUJERES
En Capital: Lorena, Laura, Vanesa, Florencia.
En Chilecito: Butel Silvana, Bravo Marta, Santangelo María Mercedes, Bustos Fajardo Mónica.
En Aimogasta: Garmendia Natalia, Picon Verónica, Crescente Marina, Delgado Carina.
En Chamical: Centurion Soledad, Vera Gladys, Vera Emilce
En Chepes: Espeche Elsa, Ibañez Nancy, Rodríguez Antonella.
En Villa Unión: López Seárez Emma.