La jueza de violencia de Género de La Rioja participó de un conversatorio que problematizó sobre los límites de la libertad de expresión cuando los medios ejercen violencia contras las mujeres y disidencias. Advirtió que no existen “derechos absolutos” y que la comunicación “tienen incidencia directa sobre los procesos judiciales y los modos de vida de las mujeres”.  


El pasado 28 de agosto Magdalena Azcurra junto a un especializado panel participó del Encuentro Anual de PAR -Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación no Sexista, que este año tenía sede en La Rioja pero debido a la situación sanitaria se realizó de manera virtual. La convocatoria era para hablar sobre “Derecho a la Comunicación, libertad de expresión y justicia con perspectiva de género”.

Azcurra es una de las dos juezas de Instrucción que tiene La Rioja en la primera circunscripción judicial para entender en las causas de violencia de género y protección de menores. Con un perfil bajo y poco mediático, desde que se creó ese juzgado en abril del 2019 sin embargo dictó varias resoluciones que influyen de manera directa en los medios y fueron sentando jurisprudencia sobre la violencia simbólica a través de la comunicación. Mujeres de la política y comunicadoras fueron las denunciantes de estos hechos.

¿Cuáles son los límites de la libertad de expresión cuando se vulneran otros derechos? ¿Los fallos deben interpretarse como censura en un sistema judicial que no hace mucho empezó a visibilizar otras formas de violencia? Estos fueron algunos disparadores para el panel que la jueza riojana compartió con la periodista rosarina Sonia Tessa y el abogado Damián Loreti, candidato a Relator Especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Durante su exposición Azcurra puso énfasis en la «incidencia directa» que tienen los medios de comunicación “sobre los procesos judiciales y en la comunicación de los modos de vida de las mujeres”. Consideró que es necesario realizar coberturas periodísticas adecuadas a derecho según los marcos vigentes “que vehiculizen imágenes justas de los roles de las mujeres y las disidencias, combatiendo la generación de estereotipos machistas que vulneran derechos humanos”. Y en este sentido destacó la comunicación feminista «adaptada a los tratados internacionales y normativa vigente».

Advirtió que los medios de comunicación deben comprender que ningún derecho es absoluto en nuestro sistema constitucional y que “la libertad de expresión se termina cuando se vulneran los derechos de las mujeres a vivir una vida libre de violencias”. 

La magistrada transitó su exposición con preguntas retóricas sobre la responsabilidad mediática en las violencias: “Seguimos hablando de crímenes con el nombre de las mujeres, y me pregunto en qué momento vamos a hablar con el nombre de los imputados, este es un planteo que debemos darnos como sociedad”.

JURISPRUDENCIA

La Rioja es una de las tres provincias (junto a Santiago del Estero y Tucumán) que cuentan con fueros especiales para instruir causas de violencia de género. En este sentido, la jueza contó que al crearse se plantearon especialmente «cómo queríamos una justicia con perspectiva de genero y cuál es el vínculo que eso tiene con los medios de comunicación»

La magistrada del fuero especial de La Rioja destacó el trabajo de la Red PAR en las resoluciones para frenar la violencia mediática: “No podemos desconocer el decálogo de PAR, que desde mi juzgado ha sido planteado en una resolución donde colegas de ustedes fueron atacadas. ¿Hasta donde llegan mis derechos como comunicador o comunicadora para defenestrar o estereotipar a una persona?”, se preguntó.

También fue contundente en la responsabilidad de los medios para erradicar las violencias, y destacó que el ejercicio de un periodismo de calidad con perspectiva de géneros y derechos humanos puede contribuir a deconstruir estereotipos machistas que aún persisten en la administración de justicia.

Para finalizar aseguró: “Se que puede incomodar a mucha gente, pero desde este juzgado fuimos emitiendo resoluciones para contribuir a la eliminación de patrones culturales. Tener perspectiva de género es tener una perspectiva política y unos anteojos violetas para ver las cosas”.

Publicado por PAR – Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación no Sexista en Viernes, 28 de agosto de 2020